Leerles a los niños de ocho años hacia arriba los “Cuentos de la Selva” del escritor uruguayo Horacio Quiroga es una experiencia potente. Es difícil encontrar un libro mejor que éste como puerta de entrada a la Literatura grande, de verdad. Entrar al arte total de la palabra por la puerta ancha. Y es que Horacio Quiroga es un gran escritor, y sus Cuentos de la selva son eso que llamamos clásicos, es decir que han sido elegidos democráticamente para perdurar en el tiempo, por generaciones de lectores cultos y sensibles. Y digo leerles uno o dos cuentos y después ellos seguirán leyendo solos, pero es bueno entregarles este texto como un detalle, un regalo especial
Por Luis Alberto Tamayo
Un libro de referencia, de culto.Hoy diríamos un “imperdible”. Un libro cuyos personajes y trama son de dominio de todos y forman parte del imaginario común. Ningún niño o niña de Latinoamérica debiera crecer sin toparse con esa tortuga gigante que lleva en su lomo a un hombre moribundo y le salva la vida; ningún chico o chica debiera desconocer esa batalla fenomenal que se libra entre los tigres y las rayas en El paso del Yaberibí, todos deben tener en su memoria esa lucha descomunal de los yacarés por defender su río. Y en efecto , así es. Los cuentos de la selva gozan de un prestigio total, no fracasan jamás a la hora de encantar niños y hacerlos lectores. Es que estos cuentos nacen del amor, del amor de un padre hacia sus hijos. Estos cuentos no los creó Horacio Quiroga para hacerse famoso ni para ganar dinero, sino que los hizo simplemente para entretener a sus hijos al lado del fuego, entretenerlos y entregarles valores, fortalecerles el alma para que fueran por el mundo siendo hombres y mujeres de bien.
Hace cien años, en las oscuras noches de la región del Paraná, un hombre contaba cuentos a sus hijos usando de personajes a la fauna de la región. Los iba inventando a medida que narraba. Entonces estos cuentos son el puente perfecto entre la oralidad y la literatura escrita. Mientras leemos sentimos la acariciadora voz del narrador.
Hace cien años no existían las palabras ecología ni ecologista, pero Horacio Quiroga ya se daba cuenta de que si el hombre seguía ensuciando las aguas de los ríos con los motores a petróleo de sus barcos, si contaminaba de basura y ruido la tranquila selva, iba a terminar aniquilándola. Horacio Quiroga alzó su voz contra los hombres que no veían nada de malo en pescar en el río usando tiros de dinamita. Horacio Quiroga primer ecologista latinoamericano, un visionario.
*Luis Alberto Tamayo es autor de los libros «Caballo Loco, campeón del mundo», «La goleta Virginia» y el volumen de cuentos «Ya es hora». También ha ganado diversos concursos literarios. Además, es profesor de lenguaje en el Colegio Altamira
Que ironía la de Quiroga de escribir cuentos infantiles, cuando su vida fue marcada por la tragedia y la muerte. Vida que además terminó en suicidio. Bonitos cuentos en todo caso.-
Este es uno de los libros que más me quedó grabado de mi niñez, por como me impactaron sus historias y sus personajes.