La octava presentación del Festival de Dramaturgia Europea Contemporánea realizado entre el 19 de agosto y el 1 de septiembre y que durante octubre y noviembre se extenderá a La Serena y Puerto Montt, terminó con un discurso de su protagonista. En el cierre, la actriz Paula Zúñiga, habló al público del GAM y dedicó la obra al estudiante muerto en una marcha. Acorde fue aquella aseveración tratándose de ésta adaptación, donde la actriz interpreta un monólogo sobre una familia. Uno de sus miembros pierde la vida en manos de una policía, se entiende, poco precavida. Pero “Al azar” , del Reino Unido, no solo cae de cajón en nuestra contingencia, sino que también retrata audazmente las peleas familiares que existen cuando hay duelo, a través de personajes tan llamativos como profundos.
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| Foto: http://www.flickr.com/photos/britishcouncilchile/6124045948/in/photostream/ |
Por Sebastián Fredes
Con bastante peso en la actuación, la obra palpa con realismo discusiones, gritos y peleas que resiste una familia.
Gran desafío fue para Zúñiga apropiarse de la obra. Hizo una interpretación gritona, que aunque sentada en una silla, derribó la cuarta pared que en un principio sí existió. En particular, provocó este monólogo cierta desconexión, ya que al comienza la protagonista habla con la boca tapada y peor aún: el micrófono no la acompañó.
Con énfasis en los hechos, esta obra pasó a ser simbólica pues el texto queda postergado cuando la historia se enmarca en lo político. Su actriz, llena de fuerza, finalizó la presentación con esta carga que opaca cualquier análisis objetivo. “Hay que fijarse en lo que está pasando en la sociedad chilena”, terminó diciendo, además, con la expectativa de que ya conmovidos, reaccionemos no sólo como público sino pensando en lo que pasa “afuera”.
El drama en cambio, lejos de ideas políticas, más bien, contra el poder de la ley, nos hace ver el mundo desde la clase marginada, dolida y cansada por pelear con policías, dolida por que la comunidad no los trata bien. Sin embargo contuvieron los diálogos hartas dosis de humor.
Es un tirón de orejas al poder, que aunque se escriba con minúscula, es un poder que continúa, según la obra, dañando a los diferentes.
Fotografía: Galería de britishcouncilchile