Por Luis Alberto Tamayo*
Una vez, hace muchos años, una amiga que se fue a vivir a Alemania me dijo: “Lucho, acá se siente latir el corazón del capitalismo”. Yo no entendí mucho su comentario, porque yo creía que las injusticias estaban concentradas en Latinoamérica. Ha pasado el tiempo, y yo viviendo entre injusticias, padeciéndolas y ya con la piel adormecida he saltado como un lagarto herido para defender a Bielsa. En realidad no para defender a Bielsa sino para defender lo poco que queda de vida digna.
Y no acepto que me den clases de moral por no salir a protestar a la calle y dar mi vida por los mapuches o los mineros o lo que sea. Solo hablo por mí que tengo un trabajo, que no alcanzo a llegar a fin de mes, que vivo renegociando deudas y que dentro de mi ingenuidad necesaria para no ser un amargado a perpetuidad voy/ iba al estadio a ver a mi equipo… ese que no elegí porque venía conmigo, y también iba a poyar a mi selección la de la camiseta roja. Mi selección era un signo de identidad… y ahora ni eso tenemos. Los empresarios nos quitaron todo se llevaron la pelota que siempre fue de ellos. Pero ahora nos abofetearon la cara. Nos gritaron que somos parias que no somos dueños de nada. Que Chile marca registrada es un asunto de consorcios y no de patipelados. Por eso tanta pena, por eso tanta rabia. Una cosa es que una esposa o esposo sea infiel, y otra cosa es que lo sea en la plaza pública y que se jacte de ello. Eso ha pasado en Chile. Nunca hemos sido, como pueblo, geniales para el fútbol… pero con ese entrenador argentino, obsesivo, pensante, sin habilidades sociales, trabajólico, empezamos a soñar con ser un equipo respetado, un pueblo respetado a costa de sacrificio, entrenamiento duro, disciplina y cariño. El Loco Bielsa construyó paso a paso un camino de identidad, una promesa de alegría para el pueblo. Esos Alexis Sánchez, esos jugadores con cara de chilenos podían poner en aprietos a cualquiera, pero no con chispazos de individualidad sino con un trabajo en equipo. Si uno faltaba, su trabajo lo hacía otro, hacía lo mismo… Siempre atacar, atacar, jugar con tres delanteros, cosa inédita. Si te hacen seis goles tu equipo hace siete; esa era la lógica del Loco. Por eso jugamos de igual a igual con Brasil y nos ganaron pero el juego fue hermoso. Por eso España terminó jugando asustada y en el segundo tiempo no pasaron de la mitad de la cancha hacia arriba. El pueblo no se equivoca en sus afectos y el Loco fue el más querido.
Harold Mayne – Nicholls es otro cuento, un dirigente honesto que junto a Bachelet construyeron los más hermosos estadios de esta aparte del continente. Harol unido al Loco pusieron seriedad, sacaron a los jugadores de la farándula, transparentaron los negocios y eso es un pecado. Los mediocres, los patrones de fundo de los equipos de provincia unidos al capital se la cobraron a Harold y al Loco. Piñera, dueño de Colocolo, hizo sus llamadas telefónicas, compró votos en esa elección de la Asociación Central de Fútbol, que es tan privada como la Clínica Las Condes, triunfó un oscuro empresario español del más oscuro currículo. Y dejaron a los chilenitos sin ilusiones. Les pusieron a todos la cara contra el piso y los patearon. Por eso ayer el estadio era un mar de camisetas negras, por eso ayer el estadio eran cantos de rabia… porque hace rato que esto no es tema para los periodistas peloteros sino para sociólogos, políticos, analistas de fenómenos de masas. Esto es el hecho político más importante del último tiempo y ni la Concertación ni la izquierda parecen darse cuenta. Es un movimiento auténtico trasversal y de raíces ligadas al alma ancestral de Chile. No estamos locos, estamos más políticos que nunca. Algo terrible ha ocurrido en la polis, le han quitado la pelota a millones, les han privado hasta de la ilusión del juego. Eso no más ha pasado. Quizá venga un largo período de estadios vacíos. Ahora sé què es sentir como late el corazón del capitalismo.
* Escritor.
Yo no se si ud sabe que estamos viviendo en un sistema que se llama el neo liberalismo y ahí todo se privatiza y es lógico el fútbol es un deporte que no solo mueve a millones y millones de personas, sino que también mueve millones y millones de dinero que es apreciado por los empresarios o como se llamen y por lo tanto también es afectado por esta nueva politica.
Le comprendo su amor a Bielsa, pero le recuerdo de que el fútbol chileno no comienza con el ni tampoco terminara con el, no digo es un mal entrenador, pero si se miran las estadísticas el no realizo nada extraordinario, el ganarle a la Argentina no es un regalo de Dios ??, tampoco el ir a un mundial.
Con Acosta Chile fue a Francia y llego a las Octavos de Final y perdieron 4 x 1 ante Brasil, en África Chile llego también a los Octavos de final y perdió 3 x 0 contra Brasil y es lo mas lejos que a llegado Chile después del 62.
Por lo tanto el mejor entrenador de Chile a sido el entrenador del 62 por ese logro en casa, en África con Bielsa ganamos un solo partido después de 30 años creo, y a quien le ganamos ?? según la Fifa Honduras fue el equipo mas malo y nosotros le ganamos porque un rebote de la pelota le pego a un jugador chileno y entro, o'sino no ganamos tampoco.
España no se replegó atrás por miedo a Chile, sino porque para que esforzarse si ya estaban clasificados !!! la única diferencia que tuvo Chile con Acosta que el pelao costo mensual un 100 y Bielsa un 500 y lograron lo mismo !! los dos llegaron a los Octavos.
Y al nuevo Presi del fútbol chileno lo eligieron los clubes, no el solo se declaro Presi, que sea extranjero no importa, como ud cuenta de su amiga en Alemania existen miles de chilenos en el exterior, algunos trabajando y entregando lo mejor de si para su nueva sociedad y otros encerrados en las cárceles y porque en Chile no puede ser lo mismo ???.
El tiempo le dió la razón