Nuestro único objetivo en Point es generar archivo. Una base de datos perdida en Google para que alguien, mientras busque tetas y potos, se tope con ella. La descubra y se entere que existe, por ejemplo The Big Book of breasts o The Big Butt Book. Pero esto no importa, lo que importa es que Elías Hienam es poeta y tú al leer lo que viene a continuación, automáticamente te darás cuenta que pasó a ser un archivo, con un tag que dice Escritores y que semana a semana se irá renovando.
Por Arturo Santanac*
(*escritor)
Elías Hienam tiene los mismos movimientos de siempre. Lo conozco desde el año 1997, éramos compañeros de curso. Mueve el cuello y lo estira cuando dice algo que pudiera ser importante. Mira hacia izquierda y abajo cuando dice algo que no sabe bien. Son movimientos notorios.
El otro día estuvo en mi casa. Llegó hablando cosas raras, levemente volado y aún con algo de marihuana en los bolsillos. Criticó de forma leve mis libros de autores norteamericanos (¡Harto gringo ahh!). Con la misma carraspera de fumador de siempre (como si tuviera ese pollo atravesado desde hace diez años) conversamos acerca de qué ha sido de nosotros en estos años. Elias Hienam me habla de sus publicaciones, de Letra Chica, que está casi agotado en todas partes y prácticamente es imposible encontrarlo. Me regala un ejemplar y me lo dedica. Se equivoca y pone 2007 en vez de 2010.
Cloroformo (extracto)
yo no formo parte del círculo,
negro,
yo tomo la cerveza sólo en una plaza,
cualquiera,
con versando con un perro ninguno,
que pasa,
y me pregunta por el whisky escondido
en la maleza
Elías Hienam es bajo, moreno, achinado, con una risa terrible. Muy de hiena, “Por eso Hienam”, dice. Lo que puedo decir de Hienam es que básicamente no lo conozco bien y que su libro, Letra Chica, es notable. Y que podría hablar de cuando éramos chicos, de que era punk y que cantaba en un grupo punk y que se peinaba como punk y que una vez organizó una tocata punk en donde al cura-rector del colegio le pegaron una patada en la raja. Pero creo que eso no es importante ahora. Ahora Elías Hienam es poeta, estudió literatura en la Universidad de Chile y ahora sigue con periodismo en la Católica. Elías Hienam locutea (entiendo que junto a Diego Zúñiga y Antonio Díaz Oliva, estoy casi seguro, perdón si no) en Radio UC un exitoso programa sobre literatura llamado Snob. Sí, el programa es exitoso.
Creo que Elías Hienam siempre ha sido una especie de poeta. Eso, si “poeta” lo definimos como una especie de kamikaze de las letras. En realidad siempre fue raro. Pero no importa eso. ¿O sí? No sé. Me acuerdo que una vez, por ahí por primero medio Elías me dijo para callado que estaba escribiendo un cuento ambientado en el Limbo, y que los personajes principales eran Pinochet y Hitler (de Hitler no estoy tan seguro, pero de que estaba Pinochet sí) y habían diálogos muy exactos entre los personajes y mucho humor negro. No sé si alguna vez logró terminar ese cuento. Creo que fue la primera vez que alguien me habló de escribir sus propias cosas. Los escritores eran una especie de extraterrestres (lo siguen siendo). Ese mismo año lo vi leyendo Mala Onda en nuestras clases de literatura con el gran Juan Illanes (¡grandísimo profesor de literatura y castellano!), mientras en la sala tomaba jugo Ades de una caja como si se tratara del mejor vino Planella del fin de semana (Mala Onda finalmente no le gustó).
Pero, repito, todo esto no importa, ahora Elías Hienam es poeta. Ya no es Carlos Arias (su nombre de nacimiento). Y su libro, el que tengo en mi biblioteca, Letra Chica, es uno de mis tesoros de papel. (No lo presto, no lo prestaré)
Agua Va
Con tanto amor como puedo transito,
digo recorro,
pero nada es distinto,
como cuando te asomaste a esa ventana:
tenemos motivos para esperar el olvido,
para recorrer el encierro
y transitar esta igualdad eterna;
devanándose los sesos
in inconstantia contans,
he aspirado con fuerza el olor de tus rosas enfermas,
en la dulce quimera de pensar en verano
mientras cae la helada.
Que buena descripción, especialmente lo de "bajo, moreno, achinado, con una risa terrible. Muy de hiena" yo también tengo uno de esos preciados ejemplares. Lo dedicó al compañerito de periodismo si…si es bueno habrá que leerlo supongo, ja
Saludos hienita
El otro día escuché y vi a Elías. Y sí, "mueve el cuello y lo estira cuando dice algo que pudiera ser importante".