Según la RAE la definición del esnobismo dice:
“Persona que imita con afectación las maneras,
opiniones, etc., de aquellos a quienes considera distinguido”.
Y a su vez Luis Alberto Alberto Spinetta cantó en Pescado Rabioso:
“Aunque me fuercen
Nunca yo voy a decir
Que todo tiempo por pasado fue mejor
Mañana es mejor, ah-a-ah”.
Hace un tiempo vengo preguntándome del éxito de tantos “Reels” en distintas redes sociales sobre recuerdos de épocas como los #80s, #90s
Adolescentes y adultos queriendo vivir esos recuerdos prestados (Casi igual al tema de Café Tacvba)

Muchas veces causa gracia leer comentarios del tipo: “me hubiese gustado nacer hace 40 años para vivir tal momento de los #80s”. No creo que Stranger Things u otras series hayan sido motores de búsquedas de otros tiempos, hoy en día sin esas tecnologías que manejamos a diario, sería tedioso volver a ese pasado, la poca paciencia que tenemos en general para todo haría la vida más complicada de lo que ya es a menudo, tendríamos que vivir a otra velocidad.
O quizá todo tenga que ver con lo que planteaba Nietzsche en su libro La teoría del eterno retorno, la cual básicamente plantea que en la vida “todo se vuelve a repetir”.
Sin ir muy lejos, hace unos meses hubo un apagón gigante en parte de Europa:
¿Y cuando no haya más luz, qué vamos a hacer?
(Un chiste para amenizar un poco, que no se entere Bonnie Tyler) ¡se complica con ese eclipse!
Porque en algún momento este apagón va a pasar. ¿Y entonces de que nos disfrazamos?
A ciertas personas no las logro entender que añoren o quieran vivir otra vez esos momentos, si un recuerdo nunca va ser igual a lo que ya vivimos, siempre distorsionamos esas partes del tiempo, una foto es ver parte de nuestra muerte, veo cantidades de imágenes o videos como esos fragmentos de los reels de tiktok, puras fantasmagorías de otros tiempos que no van a volver, que prefiero tomar hojas de té: https://www.youtube.com/watch?v=8ggHjKRGhOg

Lo que se viene repitiendo hace unos años, es el suceso de ventas desesperadas (como si fuese el último día, el día final) de tickets a conciertos de bandas legendarias que han vuelto por la reunión de algunos de los participantes originales de la banda o algún miembro original vivo (dato no menor que alguno este vivo), donde productoras ven el negocio y su forma de facturar millones no la van a dejar pasar por alto. Total publico siempre va a haber disponible, ya sean los que estuvieron siempre, los que han crecido con la banda y los que hoy llevan a sus hijos o los que van solo para subir transmitir online para tener videos en sus historias y así tener algo que contar, sin importar si saben o no a quién van a ver, simple y llanamente por ser parte del evento, por vivir la experiencia: qué loco, ¿no?
Eso denota fehacientemente que la música en estos casos ya no es lo importante, lo cual en un principio sería la gracia, ya que en definitiva no se termina de definir si estos eventos son de indumentaria, gastronómicos, multidisciplinarios o quizá tampoco sean eso, quizá lo importante sea otra cosa; el ser o no ser, pertenecer, que te acepten en la espuma social o tal vez qué duro debe ser no ser parte de “ese” algo, ¿no?
Estos sucesos no solo lo vemos en conciertos pequeños o de estadios, también lo vemos en festivales como el Lollapalloza, Primavera Sound, Music Wins Festival, etc.
A la hora de facturar con la nostalgia discográficas, empresas varias, familias o quién sea, no se van a perder la oportunidad como sucede con las tan mencionadas “Biopics” de tantos artistas como la basada en la vida de Freddie Mercury del 2018:
Siguió la de Elthon John:
y la del próximo 2026 se viene la de Michael Jackson:
En esa infinidad de Biopics recomiendo una de hace varios años sobre la banda Def Leppard: https://www.youtube.com/watch?v=gId_BrymXgA&t=416s
Y en ciertos casos como Michael Jackson, Gustavo Cerati. Una vez pasados a otro plano siguen facturando igual, más allá que hoy no estén presentes en este espacio tiempo, entonces cuadra como anillo al dedo la letra del tema “Muerto a laburar” de “Divididos”:
“¡Ay, si volvieras acá
No podrías creer qué pasó!
¡Hoy, sos el morbo pasión capo del algodón
Bandera y ringtone!
Luz de oficinas por vos
Se apagó el camarín, ¡muerto a laburar!”
Muchas de estas bandas legendarias parte de sus integrantes al día de hoy tienen la edad de nuestros padres o abuelos según el caso, ídolos de tiempos pasados del cual el público espera que estos artistas mantengan intacta la voz o la energía de esa juventud de 25 o 30 atrás, Axl Rose suele ser el caso más relevante donde muchos comparan su voz con la de Mickey Mouse, sin tomar en cuenta su vida de excesos como estrella de rock, como la han tenido tantos, sin embargo no debe ser nada simple a su edad seguir en pie durante tres horas sobre un escenario, lo que suelen durar los conciertos de la banda de Los Angeles.
De las grandes e irreparables perdidas de músicos que tuvimos en este 2025, que son muchísimas en incontables estilos musicales alrededor del mundo, particularmente la que más me dolió fue la de Ozzy Obsbourne, han pasado unos meses del 5 de julio de 2025 en el estadio de Villa Park de Aston, Birmingham dejando de lado la trágica partida de Ozzy, hasta el final se doy ese gusto de que sus fans alrededor del mundo podamos verlo por última vez a nuestro querido príncipe de las tinieblas.
Volviendo sobre el tema, sería interesante escuchar o leer algún análisis de sociólogos o psicólogos, para obtener respuestas sobre estos fenómenos que se producen a raíz de estas perdidas de grandes referentes de los cuales no tenemos herederos, quizá sea que nos estamos quedando huérfanos de esos artistas y que la renovación ya no sea para nuestro rango etario.
Para despedirme me voy como comencé con un tema del flaco Luis Alberto Spinetta:
“Toda la vida tiene música hoy
y cada tonta cosa es música
del sol de la tarde”.
¡¡¡Muy buena vibra y buena energía para todos!!!
Por Germán Romero
Instagram @vorticedeayer
Martes 18/11/2025

