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“Chile”, el canal de todos los negreros

Créalo: Chile es el nuevo canal de televisión de Sebastián Piñera. No hay otra explicación para la fantástica comedia que se vive dentro del país; pero somos el canal de bajo rating, con malos programas y el humor por el suelo. Nos pasan las peores cosas. Ni los optimistas creen que el fin de la mala racha está cerca. Lo peor es que a esta historia le quedan 3 años más y ojo, algunos quieren que se alargue.
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La imagen de Chile en el mundo está lejos de ser un país muy bien posicionado y con altas proyecciones. Todo lo contrario; si el país fuera un humano, seguramente seríamos esa amiga que siempre tiene problemas, medio tontorrona, putinga y que goza de un padre que está lejos de ser un ejemplo, pero hay que hacerle caso igual. En resumen: somos los que figuramos porque nos pasa alguna tragedia, pero no perdemos la esperanza de estar a salvo, porque siempre creemos que hay cosas peores. ¡Ja!
En su trono, Sebastián Piñera sonríe como único héroe de las penurias chilenas. Una actitud fingida que atrapa las mentes de quienes se forman una opinión viendo las noticias de las 21:00 hrs. Ellos, los que votan. Ellos, los mismos que creen que quien esté de presidente van a tener que trabajar y pagar las cuentas igual. Es cierto, pero cuidado que las cuentas pueden subir y los empleos se pueden acabar.
En este canal no todos son buenos actores, pero, al menos, nos provocan sentimientos duros. Nos dejan un mensaje claro. Así lo hizo Ximena Ossandón cuando nos enseñó que todas las madres que dejan a sus hijos en los jardines, son alcohólicas que se van de parranda matutina. También ayudó mucho en la visión de la mujer contemporánea que Carlos Larraín, actual presidente de RN, haya aclarado que las mujeres necesitan ayuda porque son mucho más débiles que los hombres. ¡Qué ejemplar!
No se engañen. El canal está podrido, pero no perdido. Esta semana Chile subió el rating con el mejor monólogo que ha tenido, tal vez, en años. Quien dictó la clase maestra fue Marcelo Bielsa, el hombre que demostró ser un desquiciado – si eso quiere decir ser consecuente, honesto y correcto – y, buena noticia al menos, tan faltos de referentes positivos no estamos. Bielsa dejó claro que fútbol y la política van del bolsillo, perdón, de la mano. Que los grandes políticos ABC1 no están lejos de la hinchada poblacional. Claro, desde un punto de vista físico. En tanto Piñera demostró ser un hombre consecuente, ya que una vez más es el hombre turbio que le faltan cojones. Cual piñeragate del 92 vuelve a las pistas el 2010. ¿Quién será el Ricardo Claro esta vez? Esperemos que el demonio envíe a otro de los suyos.
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Para finalizar, es necesario comprender que Chile podría ser mucho más que 33 hombres que se quedaron encerrados en una mina por condiciones laborales deplorables. Seguramente, somos un poco más que una piedra subterránea o un papel como prueba de sobrevivencia. Podríamos ser un ejemplo de sincretismo o, en el mejor de los casos, de gozar de dos culturas en un mismo territorio. Pero no: ocultamos esa parte porque los morenos son feos, los kultrunes no suenan como el reggaetón y el pelo negro nos da alergia. ¿Entonces? Mejor seamos un solo país, una sola nación, una sola cultura. Odiémonos, hagamos huelgas, murámonos de hambre y acordémonos de lo felices que somos tras las tragedias. La posición del tonto nos facilita la vida, si no somos para nada pesados.