Publicado en

GOOD BOY (2025): ¡Denle un Oscar a ese perro! ⭐⭐⭐

Película de terror estadounidense, dirigida por Ben Leonberg. Nos presenta una trama interesante, que si bien en un comienzo crea un escenario que atrapa y hace creer que veremos una obra de arte rupturista, se comienza a evaporar esta sensación al quedar corta de recursos argumentativos y de desarrollo de guión.

Con 1 hora y 13 minutos de duración, este filme deja un sabor a “cortometraje de larga duración”. Parece un ejercicio universitario o un experimento, muy bien acabado, porque, a pesar de lo mencionado el resultado final se agradece completamente como una forma fresca y distinta de hacer cine.

No es mi estilo caer en spoilers, o hacer una sinopsis que arruine la magia de las sorpresas que pueden presentar las películas/series, a no ser que sean las inspiradas en una tragedia. Y esta no será la excepción:  la historia en sí es bastante simple, presentándonos a “Todd”, un hombre relativamente joven con una enfermedad que lo aqueja desde un principio del relato, acompañado siempre de su amado perro llamado “Indy”, de raza Retriever de Nova Scotia.

Hasta aquí, podría parecer una historia común, que de a poco se empieza a complicar por sucesos paranormales, pero lo interesante es que el protagonista no es el humano, si no el can. Y de un modo genial, ya que toda la película ocurre desde la perspectiva de este último, con una gran cantidad de tomas en primera persona para el perro y otras en tercera persona (no es estilo de cámara en mano), donde podemos ver por completo a nuestro Indy en todo su esplendor.

Es para aplaudir de pie al director por el resultado que obtuvo al plasmar de manera magistral la actuación del can. Es angustiante y conmovedor el desempeño de este perro durante toda la película. Las caras que pone, los sonidos que hace, como corre, como se esconde, expresiones de intriga y de preocupación, momentos de silencio clave y  miradas perdidas.

De verdad que, puede parecer extraño decir que todas esas manifestaciones y expresiones humanoides estén presentes en un animal, y sin efectos especiales, pero créanme que es verdad. Es un recurso que ojalá vaya tomando ritmo y peso en próximos proyectos, ya sea de este grupo de producción, o de otro, pero sin lugar a duda tomando como gran referencia esta técnica sorprendente vista aquí.

¡Denle un Oscar a ese perro! Y sí, lo merece si existiera como categoría en la entrega de esos premios, porque incluso, los rostros humanos prácticamente no se muestran durante toda la historia, y no se hacen para nada necesarios.

Te llegas a encontrar en algún momento gritándole a la pantalla: “¡Corre! ¡corre! ¡corre!”, “¡Ladra, por favor!”

Guardando las proporciones de lo comentado en un principio, es una película entretenida, corta, de trama vaga, pero que si nos centramos en el protagonista se puede disfrutar mucho. 

Por Matías Campusano Torres.
Miércoles 19/11/2025

Evaluación
3.0

Rating

Agregar un comentario