“¡LA PRIMERA!” “¡LA PRIMERA!”, se escucha retumbar este apodo en cada presentación de Ana Stephanie Vaquer González, luchadora profesional chilena de 31 años, oriunda de San Fernando, Chile.
Antes de continuar, vale mencionar que los ataques a que la lucha libre es falsa es una obviedad tan básica como sería desprestigiar al cine porque es actuado, siendo que aun sabiéndolo genera emociones diversas y expectativas al seguir un contexto, una trama, una enorme producción y profesionalismo de los personajes.

Exigencia física extrema, dolor y lesiones, técnicas complejas reales traspasadas de generación en generación de luchadores, coreografías, actuación, conexiones culturales, y una reacción del público que suspende su incredulidad, hacen que cada show ponga sobre la parrilla un espectáculo deportivo único, con una línea argumentativa digna de una gran serie de televisión, incluyendo un peligro genuino.
Volviendo al titular, Stephanie Vaquer comenzó su entrenamiento de lucha libre en Chile a los 19 años (2009), bajo el seudónimo de “Dark Angel”, para luego saltar, en busca de profesionalismo, a México en el año 2013, donde su carrera tomó peso al llegar al Consejo Mundial de Lucha Libre (“CMLL”), firmando por tiempo completo en el 2019, siendo la primera sudamericana en hacerlo, además de ostentar por primera vez, también, en la historia de la compañía el “Campeonato Mundial Femenil del CMLL” y el “Campeonato Mundial Femenil en Parejas del CMLL”, al mismo tiempo.

Así continuó su historia en México hasta el año 2023, para luego dirigirse a Japón en el año 2024, en donde gana el “Campeonato Femenino STRONG” de “NJPW”. Para luego ir a Estados Unidos a la empresa “AEW”, y posteriormente terminar firmando por el gigante deportivo “WWE”, dentro del mismo año.
En esta última empresa mencionada se convierte en la primera doble campeona de “NXT” de la historia (“NXT Women’s” y “North American”), lo que le permite ser ascendida a una de las marcas principales “RAW”, para en sólo cuatro meses terminar convirtiéndose en la actual Campeona Mundial Femenina (título máximo), además de consagrarse como la primera Campeona Femenina de “Crown Jewel”.
Como se puede notar, la palabra “PRIMERA” es imposible dejar de mencionarla a lo largo de toda la historia de Stephanie, y esto con justa razón, ya que ninguna otra luchadora (ni luchador) de los países vecinos a llegado a tal nivel, siendo la pionera en todo el sentido de la palabra.
Las principales empresas del mundo siguen sus pasos, siendo de las luchadoras más famosas en la actualidad, liderando rankings y cariño del público, de una manera completamente explosiva, que sigue en aumento, sin vislumbrar un techo próximo.

Es tremendamente emocionante, incluso hasta las lágrimas, escuchar desde el presentador en el ring decir: “From San Fernando, Chile… ¡¡¡STEPHANIEEE VAAAQUEEER!!!”. Aflorando un ejercicio habitual el recordar esas luchas que veíamos cuando niños por “La RED”, “Chilevisión”, o a través de películas en VHS que comprábamos en el “Eurocentro”, “Paseo Las Palmas”, “Portal Lyon”, o en la feria. Generando tanta adrenalina por luchadores clásicos como “Stone Cold” o “The Undertaker”, que veíamos tan lejanos desde un país distante como Chile, pero que gracias a “LA PRIMERA” hoy podemos sentir que se abraza de cerca un sentimiento de infancia, que sin lugar a dudas abre las puertas a futuras generaciones sudamericanas. Puertas, que ni siquiera hombres han logrado abrir, contemplando que desde un inicio prácticamente eran los únicos autorizados para este deporte, teniendo las mujeres un rol más de acompañantes, que de luchadoras propiamente tal.
Muchísimas gracias, Ana Stephanie Vaquer González, por tu profesionalismo, entrega, gran técnica, coraje y sacrificio desde siempre para poder llegar al podio en el que estás, y en el que nos haces disfrutar y sentirnos orgullos. ¡Te queremos un montón!
por Matías Campusano Torres.

