El 2020 se anunció que la piratería había muerto. Pero el 2024 los sitios piratas explotaron en visitas. Este fenómeno ocurre sólo en el mercado audiovisual, mientras que en la música gracias a plataformas como Spotify y su excelente servicio, la descarga sin pagar ha disminuído a niveles récord. ¿Pero por qué pasó esto?
La piratería aumenta cuando las plataformas de streaming de pago no son capaces de ofrecer un servicio de calidad frente a lo que ofrecen las webs piratas. Un claro ejemplo fue la caída de Netflix con el estreno de la última temporada de Stranger Things, mientras que en Cuevana, la vieja confiable, tenía los 4 capítulos doblados o con subtítulos y en alta calidad.
Y el segundo factor es el precio. En promedio todas buscan llegar a los 20 dólares por suscripción, desde Netflix hasta Youtube Premium. Un precio altísimo que no tiene nada que ver con la realidad económica por la que atraviesan la mayoría de los usuarios.
Netflix fue el pionero en ofrecer el servicio de streaming pero también fue el primero en asumir el cobro extra por usuarios que no sean del mismo hogar. Hecho que todas las plataformas imitaron sin éxito alguno.
Para la industria pasó a ser un problema el streaming. Prefieren eliminar contenido para ahorrar en impuestos y esto genera una desconfianza en los clientes porque en cualquier momento pueden borrar la película que compraste o tu película favorita.
Mientras que desde el lado pirata, las web son verdaderas plataformas de streaming de alta calidad, con películas en 4k, sin anuncios invasivos y que te da acceso a un catálogo ilimitado que ninguna de las de pago puede ofrecer.
Y en paralelo la venta en formato físico aumentó. No es lo mismo comprar una película en Prime Video que tenerla en tu colección porque al comprar un blu ray la película es tuya. Y no compras una licencia que tiene fecha de caducidad.
El futuro no lo sabemos pero todo indica que lentamente irán desapareciendo como lo hizo HULU que se integró a Disney+. Los usuarios seguirán pagando sus servicios pero no dejarán de ver en webs piratas porque los jóvenes, la famosa generación Z está más dispuesta que nunca a pagar por servicios de calidad. Pero cuando hablamos de cine y series, la sensación es de ser estafados. Se perdió la confianza de los clientes.
Los usuarios no ven como un delito la piratería, sino que es una mejor alternativa cuando los servicios pagos no son lo suficiente. Lo terrible es que no se ve en un futuro cercano que esto cambie.
La piratería audiovisual volvió a lo grande y no hay como detenerla.
Por Mauricio Aravena Z.
Jueves 27 de noviembre de 2025