Lo de Odisea en la SCD de Bellavista fue como esos momentos en los que uno queda boquiabierto con algún suceso poco común de alguien que conocemos harto. Tal como leí en algún comentario del show, Alex Anwandter le dijo chao a los anteojos, al piano y a la chaquetita perna de los inicios de Teleradio Donoso y se mostró, ante un público absolutamente cautivo, como la constante evolución que es. Porque así lo entiendo, Álex no ha parado, ha probado, se ha aislado de tal manera que siempre logra sorprender y golpear a quien cree que por fin ha tomado el camino correcto. Uno debe pensar esto porque existen bandas nacionales que son de altísima calidad, pero que hace un buen tiempo no tienen una nueva propuesta en el escenario y/o en el estudio, y eso termina por cansar hasta al más acérrimo seguidor (sí, con mi más grande pesar, lo digo por los Fother Muckers)
El Show (el segundo show, 27 de agosto 2010, 22.45 hrs.):
Entra la banda, como al estadio. Por la derecha, entra Nacho Aedo, que también es bajista de Adriánigual. Como centrodelantero, el rucio Marcos Meza Edwards, que forma parte de Cómo Asesinar a Felipes, se cuelga de los teclados. Como defensa central, sale a la cancha Rodrigo Costa, quien comienza a dominar unos artilúgios que dudo sean del planeta Tierra (pero suenan bien. ¿Pad de percusiones?) Sólo falta que entre el capitán… sí, me soplan que ahí viene. Claro, Alex “Camisa de leñador” Anwandter, que ha entrenado duro el concepto de pasos de baile post-modernos para sorprendernos esta noche. Y nuestra figura no viene solo, sino que muy bien acompañado por dos bailarinas que en ningún momento intentan hacer un baile irónico, sino que con bien acabadas coreografías (y con sus miradas clavadas en la nada) logran interpretar lo que cada uno de los espectadores quisieramos representar. Pero no podemos porque bailamos pésimo. Sí, lo presencié: todos los que estuvimos ese día en la SCD bailamos horrible.
Parte el show: Nuestra Casa de Violencia
Alex Anwandter: ¿Cómo están?
Sampler: Para arriba, para arriba, para arriba…
Alex Andwanter (cantando): Suenan y suenan las bocinas y alarmas, tengo una almohada abajo de mi arma. Cada vez que me despierto, me vuelvo, me vuelvo, me vuelvo un poco más despierto.
La sala se prende,todos de pie, Álex interpreta las tres primeras canciones en el mismo orden que aparecen en el recientemente lanzado primer disco, el cual, como todos deberíamos saber, fue bautizado como Odisea. Primero: Nuestra Casa de Violencia. Segundo: Casa Latina. Tercera canción de la noche: Una Nueva Vida (la que en una parte dice “Nos juntamos en la Esso y comemos chocolates, y yo nado en tus ojos y no miro para atrás. Nos contamos en secreto, una prueba de confianza, nos sentamos en la calle esperando algo más”. Ahhhh.)
Luego de ver a Anwandter y compañía llegué donde unos amigos. Extasiado. Les dije que era el mejor show que había visto este año, y que Álex no era Álex, o sea, seguía siéndolo, pero distinto. Y nos acordamos de una discución de borrachos, en donde algunos postulábamos que el ex líder de Teleradio sí podía hacer algo distinto, y que Odisea no sería una extensión de su antigua banda. Contra el resto que, producto de la gran cantidad de alcohol ingerida, aseguraba lo contrario (que iba a ser lo mismo, porque si él antes hacía todo, bahhh, ¿por qué esto sería distinto?) Esa vez, esa noche de borrachera -hace dos meses- salió a la palestra el ejemplo de Cerati y nos pusimos medio tristes y empezamos a escuchar a Gustavo y a Soda y de ahí cambiamos rotundamente el tema. Y de ahí salió Charly (obvio) y a todos se nos apagó la tele (obvio también).
Después del trío de canciones power, vinieron dos lentas: Los Gatitos hermanos se reconocen después de años? y Mentiras Blancas. Admito que Mentiras Blancas es la segunda canción que más me gusta del disco. ¿La primera? Casa Latina. Cuando -debido a las canciones mediorománticas- estaba empezando a mirar a las chiquillas del lado con cara de amor, comienza Odisea y de nuevo todos a bailar. Pegadita se mandó el primer sencillo del disco, Cabros, en donde estoy seguro que dijo “niña cochina” en vez de “niña china”. Cada uno escucha lo que quiere.
(Hoy vi el disco físico y me puse a leer una de las últimas páginas del librito que trae las canciones, donde están los agradecimientos. Y salen mencionados Juan Pablo Wasaff y Martín del Real-baterista y guitarrista de Teleradio Donoso-. Respecto al temita, eso nomás quería decir).
Entonces, al renovado y evolucionado Álex Andwanter hay que ir a verlo sí o sí. Ojalá teniendo en cuenta lo que antes era, para hacer comparaciones (siempre válidas) y ver y entender los cambios que ahora existen. Hoy, Odisea, es el mejor show en vivo de un músico chileno. Vaya a verlo, vaya ahora, qué está esperando, porque le aseguro que este renovado Álex sigue en -su eterno- work in progress.
Setlist del segundo show:
1.- Nuestra casa de violencia
2.- Casa latina
3.- Una nueva vida
4.- Los gatitos hermanos…
5.- Mentiras blancas
6.- Odisea + Cabros
7.- Batalla de Santiago
8.- Niño raro
El vídeo es de Microgranular
Te encuentro razón Cristian. Yo tuve la misma discusión con mis amigos con respecto al futuro de Álex.
BUEN-ISIMO
Yo no creo que el show de los fother muckers sea poco novedoso, es distinto a la parafernalia de Odisea no más, no va por ese lado. Quizas a fother muckers no le interesa ese tipo de show, pero al menos para mí es bacán ir a un concierto de ellos y escuchar canciones nuevas, siempre presentan algo nuevo, que no necesariamente es el show en cuanto a presencia en el escenario (aunque sí la tienen, ahora hay dos nuevos integrantes). Creo que el enfoque está errado.
Igual la raja odisea, me gusta, buena volá.
que hayan nuevos integrantes, no significa que su presencia en el escenario sea distinta. ojo. y canciones nuevas no significa que esten haciendo cosas nuevas, ojo.
Alex se vende como pan caliente. Claro está.
Ahora, con tanto cambio, es inevitable pensar que sus viejas canciones, incluso las más honestas (la del corazón, con todo lo cliché que eso suena), surgieron de una mente viváz para estrategias y no para lo que pedimos muchas veces en la músca: emoción.
totalmente en desacuerdo
cuuuuec, me cae como patá en la guata.
Pam.