por Alejandro Gómez
Hasta la verdad y más allá
La misma tarde de todos los días, opaca, sin colores. Me ducho, me pongo mi pinta pop y emprendo el viaje a la selva. San Ignacio, Alameda y sigo. Camino lentamente, sin prisa, enchufo los audífonos en mi pendrive y todo comienza a llenarse de colores fluorescentes, todo se enciende. Lentamente la gente comienza a mirarme, sonrío. La Mena suena a todo volumen. Todo parte con “Ahondar en ti”, tema con el que Javiera Mena abre los fuegos de su última placa (Mena).Relajado, paso a paso comienzo a calentar, me saco la chaqueta y la pongo sobre mi hombro como si la calle fuera una pasarela. Imagino que los recuadros que componen la vereda se encienden a medida que piso en ellos. Vuelvo a sonreír.
“Primera estrella” me hace sentir cachondo, me miro el paquete, toco mi billetera para saber que todo esta en orden, miro mi celular (0 Llamadas Perdidas) y hago como que borro algo. Con un sonido de oreja a oreja lleno de electro pop, ¿cómo debería sentirse uno? Bases programadas al compas de dulces melodías y una inquietante voz que no dejaría de darme vueltas por más que quisiera. Esa es la primera tanda.
Primer sencillo, “Hasta la verdad” Javiera Mena – Hasta La Verdad by Gelatina
Lo más finísimo estaría por venir. “El amanecer” me prende. Entro al lugar. Voy al baño, me mojo el pelo para verme más cool, salgo, me siento en la barra y pido una cerveza (la primera). Tiro la carnada. Curiosamente aun no me he sacado los audífonos y disfruto de un disco hasta el momento impecable, con varios tips, pero con una consumada producción de la mano del mismísimo Cristian Heyne. Mientras termino mi cerveza, pienso que es el mejor disco de la Javiera. El sucesor de Esquemas Juveniles (2006) me prende, me hiperventila, me hace mover los pies.
Pido otra cerveza. Tomo un sorbo. La dejo en la barra. Suena “Luz de piedra de luna” y me lanzo a la pista de baile como un energúmeno. Miro mis zapatillas como mocasines blancos, la pista se prende conmigo, soy Tony Manero, todos me miran. Una chica se acerca, baila frente a mí, comparte mis pasos, suda, se deslumbra, quiero subir el volumen pero ya no da mas. “Acá entera” da vueltas y vueltas en mi cabeza y no puedo parar de hacer pasos extraños, beso a la chica y toco su cintura, más arriba, sus pechos. Ella no me dice nada. Me niego a parar.
Termino de bailar. Tomo a la chica de la mano, caminamos por el centro vacío. En Huérfanos con Manuel Rodríguez, me abalanzo sobre ella, la beso. Me saco un audífono y haciendo honor a la canción que cierra el disco de la Mena, “Un audífono tú, un audífono yo”, creo el ambiente propicio. La sigo acariciando, siento su espalda caliente, desabrocho su sostén. La toco y la sigo besando.
Despierto. Y veo sobre la mesa MENA. La mañana es calurosa. Tuve un sueño extraño. Me ducho, y pienso que ya sé qué es lo que quiero hacer esa noche.
el mejor disco del 2010 lejoz.
Peor reseña de la historia, aunque valoro el hecho de que esta sea positiva para el excelente disco de Javiera.