
Nos comunicamos con Kiko Amat, uno de los escritores que deberías conocer. Vive en Barcelona, se define como escritor accidental. Sus tres novelas (“El día que me vaya no se lo diré a nadie”, “Cosas que hacen bum”, y “Rompepistas”) están editadas por editorial Anagrama en la ondera y respetada colección “Contraseñas” – la colección blanca, para los que no cachan -. Escribe en la Rockdelux, en el suplemento La Cultura/S de La Vanguardia, además coedita el blog y fanzine La Escuela Moderna, maneja su página web propia, Bendito Atraso. Tiene 4.000 discos, vive con su pelirroja mujer, sus dos hijos, y sus nervios (como rezan las contratapas de sus libros). Encontrar sus publicaciones en Chile no es nada de fácil. Si quieres “El día que me vaya no se lo diré a nadie”, estás casi perdido. No está en ninguna librería de nuestro país (eso si, la distribuidora de Anagrama en Chile se llama Fernández de Castro. Sus oficinas están en Rosal #360, oficina A, en pleno barrio Lastarria. Y me soplaron que les queda un par de ejemplares en su bodega). Si buscas “Cosas que hacen bum”, date una vuelta por la librería Manantial que está en la Plaza de Armas. Y si quieres lo último, “Rompepistas”, habla con Alberto Jadue, dueño de la librería La Quimera, que está Nueva de Lyon con Providencia. Además de venderte el libro te dará una charla acerca de Kiko Amat y de los escritores under españoles de los últimos diez años. Vía e-mail le hicimos algunas preguntas, las que respondió raudo y sin tapujo alguno. Entre otras cosas habla de su admiración por Bolaño, de su náusea cuando recuerda la posmodernidad literaria española, liderada por Agustín Fernández Mallo, de sus lugares predilectos. En fin, ¿qué más? Sólo leer.
Desde “El día que me vaya no se lo diré a nadie” a “Rompepistas” cómo logras ver tu evolución como escritor?
En términos de mejora, por supuesto. No me importa la innovación por sí misma y tampoco especialmente la originalidad, pero sí creo que la obligación de todo autor/creador es intentar ser cada día mejor. Por tanto, podría estar haciendo el mismo tipo de libros toda mi vida, no me sentiría tentado a escribir una novela decimonónica escrita desde el punto de vista de una tostada, pero sí sería intolerable empezar a producir obras inferiores. Mis novelas son lo más importante; el día que empeoren en lugar de mejorar, dejaré de escribirlas. Todo antes que convertirme en una alcoholizada broma andante o, peor, un has-been involuntario (si uno abandona, como Bill Withers o Vic Godard, es otro cantar).
¿Cuánto duele ser escritor en el siglo XXI?
Lo del escritor dolido es una chorrada victoriana. Es decir: siento un tremendo dolor interior de vez en cuando, pero sé ponerlo en su justo contexto (occidental) y no voy lamentándome por ahí como una institutriz cursi. Odio a los quejicas (quejarse es de cobardes), y el escritor quejica es particularmente odioso; especialmente a los latosos que se quejan de que nadie les lee, blablabla. Luego está mi otra forma más detestada de escritor, muy numerosa en Barcelona: el escritor arrimalasardina, que todo el día está persiguiendo a editores, presentándose a ruedas de prensa y repartiendo parabienes, a ver si cae un prologuillo o un libro de ensayos. Un ejemplar muy poco digno de hombre, la verdad.
¿El hecho de que los libros que en España dan que hablar no tengan igual repercusión en latinoamérica (y viceversa), a qué crees que se debe?
Macroeconomics and capitalismus.
Cuando publicas un libro como “Rompepistas” ¿Sientes como si hubieras paseado desnudo por el centro de Barcelona durante dos horas?
Llevo hablando de mis vergüenzas y desgracias y triunfitos y derrotazas desde hace años, desde cada artículo y ensayo. Pero Rompepistas no va de mis sentimientos actuales, sino de los que padecía a los 17. Y cómo siento ahora aquellos sentimientos. Y toda la nostalgia y pena por aquellos años. En todo caso, la escritura sólo puede existir sin parapetos, sin coraza, rebuscando en lo peor, mostrando lo más recóndito; y feo, si se tercia.
¿De cuál escritor/a chileno/a tienes referencias (Si los hubiera, ¿puedes explicar de dónde, de cuándo y qué te ocurre con él/ella/ellos/ellas?)?
A la mayoría de ellos sólo los conozco por los insultos. Me explico: por un libro llamado Escritores contra escritores, donde se apuñalan los unos a los otros, y de entre los más faltones/faltados están Huidobro y, por supuesto, Neruda, ese megalomaníaco chiflado. He leído a Bolaño, casi toda su obra: 2666 me parece excesivo, es un poco su disco de King Crimson; pero Los detectives Salvajes me pirró. Me gustan incluso más sus novelas cortas, Nocturno de Chile y Estrella Distante. Era un grandísimo escritor, quizás demasiado grande. Es imposible sentirse influido por él, nos llevaba demasiada ventaja a todos.
¿Qué sensación te produce la literatura latinoamericana?
Como anglófilo penoso que soy, no soy el más adecuado para hablar de literatura latinoamericana. Y, en todo caso, ¿no es ese un término demasiado vago? Es como hablar de literatura europea, como si se pareciesen en nada las novelas francesas y las inglesas. Si he de escoger, por eso, me quedo con los mexicanos, que les tengo flaca. Fadanelli y Busqued (que es argentino) son los dos autores que sigo más de cerca. También a JM Servín, ese Harvey Pekar de la literatura mexicana. Oh, y me encantan los Estridentistas, soy un gran fan. Arqueles Vela (descatalogadísimo, me tuve que recorrer medio DF para encontrar los Cuentos del día y de la noche) y Maples Arce me encantan. Los conocí gracias a Lolita Bosch, que es promotora de todo lo mexicano. Oh, ¿puedo decir también un poeta? José Eugenio Sánchez me encanta, también.
¿Nos puedes comentar acerca de algún punto geográfico que no puedas dejar de visitar bajo ninguna circunstancia?
Se me puede encontrar siempre en las mismas bodegas antiguas, y en algún parque infantil, y por supuesto en disquerías (Daily Records y Wah Wah, especialmente) y en la librería La Central, o en la librería inglesa de 2ª mano Hibernian. Todo en Barcelona. También en algún pueblo de l’Empordà. Nunca se toparán conmigo en macrofestivales musicales, grandes salas de conciertos, mesas redondas literarias o fiestas literarias en general. O haciendo ningún tipo de publicidad (habría que fusilar, directamente, a todos los artistas que hacen publicidad).
¿Qué opinas acerca de lo masiva que se puede llegar a volver tu obra? ¿Te interesa? ¿Te afecta?
Soy defensor del underground, pero creo en la dominación mundial del arte puro. Es decir: nuestra finalidad siempre ha de ser la conquista de las ondas, la victoria, intentando no perder nada de honestidad ni dignidad por el camino, ni hacer la menor concesión. Mis grupos favoritos de música pop llegaron siempre al Top 5, eran super-éxitos: Jam, The Beat, Madness, Specials, Dexys, Who… Con mis libros aspiro a lo mismo, no me interesa escribir para 400 fanzineros de mi ciudad; quiero que mis libros sean universales sin cambiarlos un ápice. Quiero tener miles de lectores, y quiero que mis libros cambien vidas de la misma forma que mis discos y libros cambiaron la mía y las de mis amigos.
¿Pinchar discos, coleccionar discos, escribir, o volver a las 17 años?
Preferiría oír el estertor de la muerte de mis dos hijos en estéreo antes que regresar a los 17. ¿Bromeáis? Escribir es lo más importante para mí, pero (como Jim Dodge) si algún día me viese obligado a dejar de hacerlo, creo que sería capaz (o, cuanto menos, podría escribir a menor escala y con menor ambición que ahora). Pero nunca sería capaz de dejar de escuchar discos o leer libros ajenos, eso sí que no.
¿Cuáles son tus tres escritores necesarios? ¿Los tres que jamás leerás?
Necesarios: Nelson Algren, John Fante, Ken Kesey, Allan Sillitoe, Francisco Casavella, Harry Crews, John Osborne, Nik Cohn, Vonnegut, Joseph Heller, Brautigan, Pablo Rivero, Susan Hinton… Hay demasiada gente que jamás leeré, pero por amor a la concisión podríamos decir que todo aquel que se autotilde de “posmoderno” o cercano a la “generación Nocilla” es proclive a recibir alguna salpicadura de mi vómito.
super buena la entrevista…!!!
Amat es para amar
Kiko rules
consigan sus libros!!
son geniales
y que decir de sus fanzines y su webzine
bueno es poco!
Amat, ninguna escritora en tus necesarios?
que bueno esto