Por Mauricio Aravena Z
Durante el 2000 y con 30 años, Pablo Lobato (ilustrador argentino), se encerró en su estudio de Buenos Aires, ahorrando parte de su sueldo, para dedicarse a tiempo completo a sus dibujos. Su carrera de diseñador gráfico y sus años de estudio en plástica sirvieron para que, boceto por boceto, encontrara su propio estilo: “pop art, cubismo, como quieran catalogarlo”. Lo encontró y formó una envidiable carrera como ilustrador, trabajando por ejemplo para The New Yorker. Lobato básicamente se dedica a dibujar a los íconos pop de nuestra generación, todos desde Barack Obama, Bob Dylan, Babasónicos, Red Hot Chili Peppers, Bob Marley, Leonardo Di Caprio, Rihanna, Woody Allen; también realizó algunos afiches para festivales como Coachella (2008), el de Jazz de Monterrey en Canadá y ahora, el de la cumbre el “Abrazo” en nuestro país: “sé poco cómo va a ser el festival, pero los nombres que hay son impresionantes. En Argentina nunca vi un line up en donde estuvieran todos los grupos más importantes reunidos”.
Foto: Veronica Grau
¿Conoces algunas de las bandas chilenas que participarán?
De los chilenos conozco a Los Jaivas porque me gustan. A los otros los tengo por descubrir. Ahora, a quién escuché y me gusta mucho es a Javiera Parra y Los Imposibles, con su disco AM. Lo escucho siempre cuando me voy de viaje, arriba del auto.
Foto: Cristal en Vivo
Lo paradójico es que al otro lado de Los Andes no lo conoce nadie; sólo tiene un par de publicaciones hechas para la versión trasandina de la Rolling Stone, y aquí en Chile menos:.De hecho, no sale su nombre como referencia en la página del Cristal en Vivo. Casi desapercibido, trabaja en la pieza-estudio al final del patio de su casa en Chacarita, Baires, enviando sus ilustraciones para Noruega, Canadá, Nueva York. De pasada mantiene su cuenta en twitter (@pablolobato) con más de 500 seguidores, entre ellos Yoko Onno; y de Facebook (por sobre los 1.200 amigos) compartiendo sus trabajos y hablando de música. Completamente rocker y melómano, vive junto a su esposa e hijas. Metódicamente, su trabajo parte con un lápiz y un papel, para luego traspasarlo a su PC con mouse sin necesidad de un Mac o una tableta Wacom.
Siempre dibujo a lápiz: veo videos, muchas fotos y después agarro un papel y lo dibujo. Cuando más o menos me gusta, luego de muchos bocetos que boto a la basura, lo digitalizo y lo vectorizo en el Adobe Illustrator; ese dibujo que pasó por la máquina lo imprimo y lo vuelvo a rayar encima, tratando de reproducir este nuevo boceto en la computadora. Así, uno tras otro hasta llegar al resultado final que no tiene nada que ver con el boceto inicial. Foto: Pablo Lobato
Antes de dibujar alguna ilustración debes realizar una investigación previa, ¿en qué te fijas a la hora de retratar algún personaje?
“Lo que hago es juntar todos los datos que pueda, ver todos los videos que encuentre y así aprenderme la cara del sujeto que tengo que dibujar. Parece que es una pavada, pero me fijo si tiene alguna mueca característica, si es simpático o tiene algún gesto. Saber la personalidad del tipo me guía bastante al momento de dibujarlo. No se trata sólo de los rasgos físicos. Es más, gasto más tiempo investigándolos que realizando la ilustración. Generalmente los mejores dibujos salen con personajes que conozco. Me ha tocado gente con la que tengo poco tiempo para averiguar quiénes son y no quedo contento con el resultado”.
¿Los dibujos que realizas corresponden al material que consumes a diario?
Una cosa lleva a la otra: empecé dibujando cosas que consumía y terminé consumiendo las cosas que tenía que dibujar. Como generalmente trabajo para afuera y me piden personajes que no me despiertan el más mínimo interés, entonces pesa el oficio por sobre la inspiración. Por ejemplo, una vez me pidieron dibujar a una tipa de un reality show norteamericano y yo no tenía idea quién era.
Yo básicamente dibujo lo me encargan hacer. Previamente yo dibujaba estas cosas. A Charly García lo dibujo desde los 15 años. Aún conservo ese dibujo del 85. Al final terminé trabajando en lo que en algún momento hacía gratis para mí, porque me gustaba. Foto: Pablo Lobato
Lobatón
Una vez titulado, entra el 1995 a Resellers Magazine, una revista dedicada al acotado mercado de vendedores mayoristas de computadores en Argentina: “fue un trabajo que me aburría bastante pero que ahora agradezco porque empecé a dibujar. Hice por número cerca de 15 dibujos, pero que sean del mismo ilustrador es raro, entonces simulaba ser 15 tipos distintos; todas las ilustraciones de estilos diferentes, algunas hechas con photoshop o acuarela. Eso me dio oficio y me hizo experimentar mucho sin darme cuenta. Yo no me imaginaba ser artista; a mi me gustaba los dibujos animados, las historietas y no ir al museo”.
A los 30 años, justo en el 2000 se produce la metamorfosis deldiseñador gráfico al artista que conocemos hoy. Cuéntanos ¿cómo fue ese proceso?
Fueron momentos de grandes cambios en muchos niveles durante ese año. Cuando trabajaba en Reseller Magazine, vivía solo. Imagínate un joven soltero con un departamento en Buenos Aires. Tenía cierta clase de vida, que después cambió completamente. A los 30 se me juntó todo; formé una pareja y con Carlitos, mi amigo, ahorramos algo de plata y viajamos a Europa. En España Carlitos se contagió con una bacteria que lo mató en un día. Se descompuso una noche, lo llevé al hospital y falleció. Entonces, sin trabajo, con pareja, mi amigo muerto en España, inevitablemente cambias. Existe un antes y un después.
¿Bajo ese contexto entonces nace “Lobatón?
Cuando dejé el trabajo en la revista de computadores, me la jugué por ser dibujante. Ahorré unos pesos con los cuales calculé que podía vivir un par de años. Me encerré en mi estudio a experimentar. Pero estas cosas que tiene Argentina, crisis del 2001, corralito y el Gobierno quedándose con la plata de todo el mundo. A mí sólo me devolvieron el 30% .Tuve que hacer algo, decidí montar mi página web (www.lobaton.com.ar) y empecé a mandar mails a todos lados.
¿Es así como llegas a la Rolling Stone US?
Sin saber, en Estados Unidos existe la profesión de Representante de Ilustrador. Entre ellos está Anna Goodson (canadiense) a quién le envié mi trabajo, le gustó y me dijo algo clave: yo veo tu trabajo en la Rolling Stone. Yo le de dije vamos, por la Rolling hago cualquier cosa. Ella viajó por algunos motivos a Nueva York y se llevó impreso unos dibujos míos y picó. Como sale la edición cada quince días, me llamaron constantemente. Lo del New Yorker vino después, cerca del 2007.
Foto: Pablo Lobato
Entonces tu carrera comenzó al revés, primero publicaste afuera y luego en Argentina
La primera vez que hablé con los chicos de la Rolling Stone Argentina, pensaban que era algún latinoamericano que vivía en Estados Unidos. Y yo dibujando desde Buenos Aires. Hice una sección fija en la RS americana desde el 2003 al 2005 y fue uno de los trabajos que más me gustó hacer porque en todos los números, elegían un álbum clásico del rock que destacaban y yo debía que ilustrarlos. Esto iba dentro de la sección de críticas. Por ejemplo me tocó escuchar Talking Book de Stevie Wonder (1972) o Blood sugar sex magik (1991) de los Red Hot Chili Peppers.
Supongo que se entusiasmaron en Argentina y comenzaron a enviarte mails más seguido
No. Después que se acabó la sección de RS americana, me publicaban de vez en cuando, entre ellas 2008, cuando celebraron sus 40 años. Aparecí dentro en una trivia, ahí salieron caricaturas mías salpicando la nota, con una tapa donde dibujé a Bob Dylan. Un par de meses después la gente de Argentina cumplió 10 años (abril del 2008), entonces replicaron lo del número gringo. Fue gracioso porque ilustré en la tapa a Andrés Calamaro, con el porrito incluido; adentro a Fito Paez, Pergollini y Los Redondos. Después de eso nada. No publiqué más hasta el 2009 que me llega un mail proponiéndome que hiciera unos dibujos para la colección “Leyendas del Rock Nacional” que se vendió con junto al diario La Nación.
Comercial “Leyendas del Rock Nacional”. Diario la La Nación
¿Recibiste algún comentario de las bandas que ilustraste?
Supongo que la habrán visto, pero nadie me dijo nada. A través de un amigo, que conoce a un kiosquero que le vende los diarios a Alfredo Toth de GIT, le dijo que le iba a guardar el fascículo para regalárselo. Foto: Diario La Nación
Tuviste una participación en el Festival Coachela del 2008, gracias a la ilustración que realizaste de Prince.
En ese año que estuve en el estudio experimentando, hice para mí el dibujo de Prince. Lo subí a la página web y se lo mostré a Anna Goodson. Los diarios de afuera a veces no te piden que hagas un trabajo en particular, si no que te preguntan si tienes algo hecho, entonces les envié la ilustración a un diario de Minneapolis. Al parecer Prince lo vio, porque se contactaron con mi representante y lo compró junto con los derechos. Él puede hacer lo que quiera con el dibujo y ojalá que haga lo que se le ocurra. Yo esperé ansioso la placa posterior a Musicology, 3121. Ilusionado pensé vería mi dibujo en alguna parte del disco, pero me llevé una gran decepción. Luego se usó para el Coachella del 2008. Mi mujer me dice que soy frío porque no tengo mayor reacción con esas cosas. Es que nunca he ido a un recital en donde esté mi trabajo, ni Coachella ni el festival de Jazz de Monterey. A mí sólo me llegan los mails.
¿Qué otro tipo de colaboraciones de ese tipo has tenido?
Una vez para Sting, que fue honor para mí, me pidieron que le hiciera el afiche para el show que reúne fondos para su fundación, Rainforest. Lo dibujé a él, junto a Elton John, Billy John, Michael J. Fox, Antonio Banderas, Bette Midler y la esposa de Banderas, Melanie Griffith. Al tiempo después me llegó el poster con el autógrafo (lo tengo colgado) de cada uno de ellos.
A mi siempre me gustó Superman, después viene la ola de renegados que les gustaba Batman. Pero si me parezco a alguien me parezco más a Clark Kent que a Superman. Ahora, para el Boston Globe me tocó dibujar a Batman junto a Darth Vader. Creo que fue justo cuando se estrenó el episodio III de Star Wars y Batman Inicia. Foto: Pablo Lobato
Pablo Lobato a los 40
En una entrevista que diste para Taxi Design, comentaste que si no fueras ilustrador te hubiera gustado ser músico, ¿aún mantienes esa idea?
En una entrevista que diste para Taxi Design, comentaste que si no fueras ilustrador te hubiera gustado ser músico, ¿aún mantienes esa idea?
No sé nada de ejecutar la música. Mi mano izquierda no sirve para nada y pocas personas han escuchado lo que hago con la computadora porque soy una vergüenza total. A veces pienso que soy de madera. Es muy primitiva esa idea, no existe ningún mérito, por algo me dedico a la ilustración.
Entonces, ¿cuál es tu relación con la música?
Desde que puedo bajar discos de internet, creo que no me va alcanzar la vida para escucharlos todos. Me basta con poner en Grooveshark una lista de reproducción, para programar mis canciones en orden de autor más que por disco. En mi casa también tengo un mueble que debe tener como 600 discos comprados, más las pilas y pilas de devedé. Pero muy pocas veces los agarro y los pongo. Eso sí hay tres músicos que tengo todo: Charly García, Spinetta y Fito Paez, con quien llegué hasta Circo Beat, los discos posteriores los bajé.
¿Compartes la postura del músico, que busca ser conocido?
Los Rockeros disfrutan ser conocidos. A mí no. Me gusta eso que tiene la ilustración de hacer cosas masivas y mantenerme en las penumbras. Nadie sabe quién soy.
Para terminar, ¿aún mantienes la idea de hacer ilustraciones infantiles?
Desde antes de que naciera la primera de mis hijas, tengo el tema pendiente sobre las ilustraciones para niños. Es raro que alguien que dibuje rockeros haga dibujos infantiles. Pero lo veo más libre porque me dedicaría a jugar y no tendría que hacer una ilustración parecida a alguien; sería todo más lúdico. Tengo que experimentar, cuando tenga tiempo, porque puede que no me salga.
Foto: Pablo Lobato
Buen artículo muchachos. Felicitaciones
Y Lobato un virtuoso!!!
Saludos
Lobato es un grande
saludos
Tan simple y maravilloso como es. Captar las almas a través de la música es una virtud de Lobatón. Un orgullo conocerlo…
Me encantan las ilustraciones de Lobato. El Prince es increíble, no sé por qué pero encuentro que tiene un aire al gato sonriente de Alicia en el País de las Maravillas. Desde que vi esa ilustración, cada vez que escucho algún disco de Prince me imagino a ese gato flotando al rededor de mi cabeza con los labios y los ojos pintados. Excelente muchachos ;).
PS I: Al parecer, Prince es sumamente egoísta con su material y su imagen, si buscan "Prince" en internet notarán que es muy difícil encontrar sus vídeos, fotos o discos.
PS II: Me harían muy feliz con la de los Rolling!
Diego Salinas F.
Sí, incluso Prince sacó sus video haciendo Creep de Radiohead de Youtube. Está un poco loco, con todo eso de inventar un signo y llamar como el signo, pero aún así, maestro, y la imagen, maestra. Grande Lobato y Point Magazine, regálense un poshter!.
Yo quiero las ilustraciones. Me gustaron harto. En realidad antes de la entrevista no lo conocía demasiado. Y, la verdad, me sorprendió gratamente con su trabajo.
Saludos! (:
¡Loco! ¿Qué onda sus vidas? Leí sobre el tipo ayer (o antes de ayer, no sé ah) en un diario y ahora cacho que ustedes están sorteando cosas de él y lanzando esta entrevista. Más que concursar por ellas (aunque también me incluyo) quiero felicitarlos. Lo haría personalmente, pero con cuea me veo a mí misma en la u.
Saludos, longis.
Lobatón! Genio total! Me encanta que haya artistas argentinos de todos los géneros traspasando las barreras y trabajando a nivel internacional. Para los que nos dedicamos a algun tipo de arte, es una inspiración ver como una persona que pelea por hacer lo que le gusta, lo logra! Besos!
Que grande este tipo… me encanta la de charly…Es notable como consigue darle a la ilustración mucho más que una imagen sino realmente una imagen con vida y perxonalidad… la de los RS o la de oasis se vería genial en mi pieza
Son unos bakanes. Lobato y ustedes.
Love it, está para premiarlo! Keep the good work!
Pd, grande Lobato!
Hueón, amor a Lobato. Cuando vi a Liam quedé en shock, para no decir con un orgasmo. ¡Por favor, regálenmelooooo!